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Mónica Carrió, más de dos décadas llevando la halterofilia valenciana a lo más alto

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A sus 47 años, y más de dos décadas después de ser la primera haltera española en competir en unos Juegos Olímpicos en Sydney 2000, la de Alzira debuta este miércoles en París 2024 como juez de la competición de halterofilia

Valencia. 6 de agosto de 2024.

Los Juegos Olímpicos de París 2024 entran en su recta final. Una cita olímpica en la que el deporte de la halterofilia volverá a tener acento valenciano… y femenino. Como en Sydney 2000, la haltera de Alzira Mónica Carrió representará a la Comunitat Valenciana y a España en la competición; aunque esta vez lo hará desde fuera de la tarima. Carrió, miembro del salón de la fama de la Real Federación Española de Halterofilia, será una de las juezas encargada de supervisar la competición en París 2024, que arranca este miércoles 7 de agosto. Sin duda, un nuevo hito histórico para esta haltera valenciana que, a finales del Siglo XX, decidió ponerse a romper barreras; y que más de dos décadas después no se ha cansado de hacerlo.

Mónica Carrió Esteban (Alzira, 28 de marzo de 1977) es policía nacional de profesión, aunque su verdadera pasión es la halterofilia. Por ello, compagina su día a día en el cuerpo con los cargos de Presidenta del club Halterofilia Alzira y de Vicepresidenta de la Real Federación Española de Halterofilia. 

A sus 10 años, Mónica ya tenía ese espíritu deportista que aún hoy le acompaña. Por aquel entonces, entrenaba a baloncesto en su localidad natal, Alzira. Su hermano hacía halterofilia y un día la invitaron a unirse. Ella quería, pero en casa no veían nada claro eso de que su pequeña se adentrara en un ‘deporte de hombres’. Pero un entrenador avispado recomendó que le dejaran probar para corregir una postura corporal algo encorvada. Ya no hubo vuelta atrás. «Fue difícil convencer a mis padres para empezar en un deporte pionero como es la la halterofilia femenina, donde no había prácticamente mujeres antes. Con 18 años, fui la primera campeona del mundo junior en España y fui la primera olímpica en Sydney 2000, ya que fue la primera Olimpiada de la halterofilia femenina», relata Mónica.

«Cuando yo empecé a practicar halterofilia, como te he dicho antes, no había casi mujeres. Entonces, la manera de promocionar el deporte femenino es siempre dando visibilidad ¿Cómo se da visibilidad? Pues evidentemente, con la participación de las mujeres en las competiciones. Los medios de comunicación, que por supuesto hacen mucho, y promocionando siempre el deporte de base», asegura la de Alzira.

De vuelta a la vida ‘normal’, acabada su carrera como deportista de élite, Mónica se puso a trabajar en un gimnasio como monitora de musculación; pero el gusanillo de la halterofilia no se iba a ir así como así. Le ofrecieron ser juez y, de nuevo gracias a su carácter pionero, aceptó el reto. Fue la primera mujer juez en un Campeonato del Mundo. Ahora, la halterofilia le lleva de nuevo a unos Juegos Olímpicos, como hace 24 años. 

«Empecé desde la base, pues porque aunque hayas llegado a ser una figura o hayas llegado a tener resultados deportivos, no quiere decir que de repente ya pases a arbitrar en un campeonato internacional. Hace ya casi 14 años, un juez que me había arbitrado me dijo, «posiblemente al año que viene cumpla mi sueño de participar como juez en unos Juegos Olímpicos. Y ahí fue donde a mí se me encendió esa ‘lucecita’ y pensé en volver a ser olímpica en unos Juegos desde el otro lado de la tarima», confiesa Mónica.

El papel de un juez

«Hablando un poco técnicamente de lo que es la halterofilia, para quien no entienda de esto, no todos los levantamientos que levantas el peso son válidos y ahí es donde aplicamos nuestras normas. Entonces, ver desde una posición determinada de un juez, si el deportista no ha extendido completamente el brazo, o si no ha extendido completamente las piernas. O si sus piernas están completamente paralelas sin que haya ni un mínimo de distancia. ¿Y el ser tan duros para diferenciar de quién va a ser el campeón o campeona olímpica? Pues claro, va a ser muy duro también desde mi lado, pero tengo que hacerlo bien», describe la alcireña.

Mónica Carrió Esteban lleva toda una vida dedicada a la halterofilia. Ha vivido el deporte desde todos los ángulos y trabaja cada día para hacer crecer una disciplina que a ella, hace más de dos décadas, le cambió la vida. «Las instituciones son una de las cosas más importantes que que necesita el deporte para tener visibilidad. La Fundación Deportiva Municipal de Valencia en estos momentos está haciendo un gran trabajo. En concreto, con la halterofilia, ya que en este último mes de julio el Club Cabañal organizó un campeonato de España en la ciudad de Valencia, donde hacía casi 20 años que no se hacía un campeonato a nivel nacional», concluye Mónica Carrió.