La Fundación Deportiva Municipal reflexiona sobre el modelo de Escuelas Deportivas municipales: ¿iniciación polideportiva o especialización temprana?
La Fundación Deportiva Municipal del Ayuntamiento de Valencia se encuentra en una fase de reflexión sobre el futuro de los programas de deporte escolar. Los programas de Escuelas Deportivas y Juegos Deportivos Municipales, los más relevantes en cuanto a participación, continuidad y promoción del deporte de base en la ciudad se están sometiendo a un proceso de evaluación para atender la demanda y los intereses de la sociedad.
Con el objetivo de reflexionar sobre la planificación del deporte en la ciudad, se celebró una jornada técnica donde participaron expertos en campos de las ciencias de la actividad física y el deporte, la psicología, la sociología, etc… así como deportistas y representantes entidades vinculadas al deporte escolar. Organizada en colaboración con la Asociación de Psicología del Deporte de la Comunidad Valenciana (APECVA) en el Complejo Deportivo Cultural Petxina, se estructuró sobre dos ámbitos de intervención.
En cuanto a la iniciación deportiva, la reflexión se centró en los riesgos de una especialización deportiva temprana al deporte escolar. La jornada debatió sobre qué modelo de iniciación deportiva respeta más los derechos de los menores y se ajusta mejor a su proceso evolutivo de desarrollo personal.
En este sentido, el profesor de la Universitat de València, J. Pere Molina, abordó los riesgos de una especialización deportiva precoz entre la población más joven. Especialización asociada a una práctica intensa y exigente de entrenamientos y competición deportiva. Molina considera que esta actividad antes de los 12-13 años comporta riesgos de lesiones físicas y problemas psicológicos por sobrecarga. La especialización deportiva temprana es innecesaria y puede ser perjudicial.
La Fundación Deportiva Municipal reflexiona sobre el modelo de Escuelas Deportivas municipales: ¿iniciación polideportiva o especialización temprana?
Jugar y adaptarse al desarrollo evolutivo
La especialización deportiva, que aumenta, a veces por desconocimiento de los riesgos que comporta, se ve favorecida por la impresión que se obtiene un rendimiento a corto plazo. Sin embargo, este rendimiento no es más grande, ni más prolongado en el tiempo (a largo plazo).
En esta etapa lo más importante es jugar y divertirse, puesto que los niños se encuentran en un periodo de crecimiento formativo. Por eso, se trata que el deporte se adapte a las fases evolutivas del desarrollo personal. Vistos los riesgos y teniendo en cuenta que el 98% de los y las deportistas jóvenes nunca llegarán a la élite, el profesor Molina se preguntó si es ético seguir un modelo deportivo desde las instituciones con el cual solo un 2% obtendrá beneficios.
La alternativa planteada por el profesor Molina al modelo de iniciación deportiva se fundamenta en cuatro aspectos:
- Atrasar hasta los 13 años la especialización en un único deporte y optar por una iniciación polideportiva. Plantear la práctica de varios deportes elegidos libremente.
- Limitar y ajustar la carga física y el tiempo de los entrenamientos y competiciones en la edad de los menores.
- Descansar al menos dos días en la semana de los entrenamientos organizados.
- La temporada de competición no se tendría que prolongar más allá de los 8 meses y el nivel de la competición no tendría que exceder el ámbito local. Después de la temporada de entrenamientos organizados la actividad deportiva tendría que dar a una actividad recreativa, distendida y jugada.
Para corroborar la propuesta, el profesor Molina explicó el modelo de iniciación deportiva implantado en Noruega, adaptado al desarrollo evolutivo de los menores. Este modelo mejora la salud y el bienestar de esta población, evita lesiones y estrés, y ha acontecido la base del éxito para muchos deportistas de élite que surgen en el país. La idea que están transmitiendo los deportistas noruegos es que “al éxito se llega disfrutando, no solo compitiendo”.
«Apostar por una iniciación deportiva polivalente no solo es mejor para un 98% de los niños y niñas que no llegará a la élite, sino también para el 2% que sí que lo hará», considera el profesor Molina.