La San Silvestre despide el año deportivo con la presencia de 16.000 corredores y ambiente festivo
Valencia se ha llenado de color, disfraces, sonrisas y humor para celebrar la XXXIII San Silvestre popular valenciana, la última prueba del calendario y que se ha convertido en la carrera más desenfadada, divertida y multitudinaria de cuantas pruebas populares se disputan en la capital.
Más de 16.000 personas acudieron a despedir el año corriendo durante los 5.300 metros del recorrido por el centro de la ciudad, arropadas por el numeroso público que se congregó a lo largo del trazado y que dio calor con su ánimo a los corredores, desde la salida en la calle Xátiva hasta la meta en la Plaza del Ayuntamiento, tras recorrer Guillem de Castro, Blanquerías, Paseo Ciudadela, Plaza América, Navarro Reverter, Calle La Paz y San Vicente, mientras los participantes disfrutaban de la carrera junto a sus amigos, parejas, familias o mascotas.
Pertrechados con disfraces originales, socorridos, confeccionados, comprados, reutilizados o estrenados para la ocasión, los participantes completaron el trazado asombrados con el excelente ambiente de la prueba, carente de carácter competitivo pero sí con un componente solidario, ya que la recaudación por las inscripciones se destina a la Casa Ronald Valencia, de la Fundación Ronald McDonald, casa situada junto al hospital La Fe en la que la fundación acoge a familias con niños enfermos que deben desplazarse a Valencia durante largas temporadas para el tratamiento de los menores.
Víctor Ruiz, atleta del Playas de Castellón, fue el vencedor de la última carrera del año, por delante de Ouais Zitane e Ismael Quiñones, del Serrano CA. Su compañera de equipo en el club castellonense, Laura Méndez repetía triunfo en esta cita, donde ya había ganado, por delante de Marta Esteban y Fátima Ayachi.